lunes, 5 de septiembre de 2011

Soñar que estás conmigo... Es solo convencerme de que no existes.

Una mirada, una razón, una sonrisa todo directo a su corazón...
La chica de los ojos color chocolate se ruboriza lentamente, hasta que su cara toma el color de una fresa.
Ella camina sola por la calle vacía, su corazón superficial es lo único que late, lo único que oye...
Se acerca a un abismo, allí, se encuentra el mar que chocan contra las rocas con violencia. Cierra sus ojos chocolate, deja que la suave brisa juegue con su pelo. Entonces empieza a soñar:
         "Noté como unas manos ceñían mi cintura por dentras, él me apretó, como intentado protegerme, él me estaba protegiendo de mí misma...
         -Te quiero... -susurra- Te he visto todos los díos, siempre te he observado, nunca te he hablado pero todas las tardes te he visto hacer lo mismo, miras al mar, cierras los ojos y sonríes.
         La joven sonríe, no sabe quién es ese chico pero le agrada que alguien la quiera.
         -No sé quien eres. -dice con indiferencia, levanta su mentón sintiendo el olor de la sal del mar-
         -No hace falta que sepas quién soy, solo con abrazarte te demuestro que quiero formar parte de este momento... El cual siempre repites... Sola. -La chica se da la vuelta, ve por primera vez el rostro del chico que dice quererla. Sus ojos son del mismo color del mar que ella ha estado observando, y su pelo, del color del bronce se mece un poco por la brisa, ella mira esos ojos que parecen el mismo mar-
         -¿Quieres saber por qué siempre estoy sola? -se acercan un poco más- Porque estaba esperándote... Porque siempre he esperado a que aparezca ese chico que comparta este momento... Nuestro momento...
         Él, sin ninguna respuesta que añadir, besa suavemente los labios de la chica de los ojos chocolate.
         -Si tus ojos son como el chocolate tus labios son como el caramelo, dulces y sabrosos...
         -Pues ahora podrás tomar todo el caramelo que ansies... Porque mis labios son tuyos..."
Abre los ojos, la chica de los ojos chocolate se da cuenta que es tarde, más bien La Luna está en su lugar, allí arriba, con las hermosas estrellas que la ayudan para que la noche no sea tan oscura.
Suspira levemente. No va a venir. Ese chico no existe.
Pero ella bien sabe que desearía que ocurriese eso, como en su sueño... Pero... ¿será cierto que ese chico la mira siempre desde algún lugar...?
No lo sé, y ella tampoco. Lo que puedo decirle a esa chica es que esos momentos siempre llegan... Tarde o temprano los sueños se cumplen.
Mientras tanto ella duerme, soñando con sus ojos azul mar y con sus besos dulces y sabrosos...


Esta entrada me gustaría dedicársela a todas esas personas que desean que lleguen ese momento pero que nunca aparece... En especial, a una seguidora mía: Lucía12, cuando leí tu comentario en la anterior entrada me hiciste ver que es cierto, hay veces que el momento no llega pero, estoy segura, que cuando menos nos lo esperamos ahí está lo que tanto deseamos, abriéndonos los brazos como exclamando: ¡Aquí estoy!
Pero en resúmen me gustaría decirles que no se desesperen por ese momento, porque, por propia experiencia, cuando el momento llega y las cosas después tornan otro camino, se sufre y mucho. Y si desean con todas sus fuerzas que llegue el momento imagínense a mi lo que deseé poder olvidar a ese chico...
¡Besos a todos/as! Y disfruten al máximo de todos los momentos que vivan, no solo los especiales con sus respectivas parejas, sino todos...


La Chica de la Sonrisa Rota.

1 comentario:

  1. gracias por la entrada, es preciosa y sabes tienes toda la razon, cuando llege el momento de conocer al chico que espero llegara gracias

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