No sé qué escribir. En vez de moverse mis dedos se mueven mis lágrimas, cayendo al infinito.
¿Amar? ¿Qué es amar?
Para mi, eres ese rayo de luz que sale del cielo cuando está nublado. No me digas adiós, porque eres lo que yo buscaba y más. Y ahora, en este preciso momento, veo cómo no retrocedes y no me abres tus dichosos brazos.
Nuestro amor es como la música, sin ella no podríamos vivir. Somos como la música de un piano; delicada, romántica y bella, triste, dolorosa. Tú eres los dedos que me tocan y producen sonidos perfectos. Tú me haces ser mejor. Sin embargo, nuestro amor tiene silencios, como los tiene la música. Y este silencio no permite que oigas mis súplicas. Tú eres mi música, mi inspiración, el que sabe que escribir para mí es amar.
Pero, ¿realmente quién eres tú? Mi amigo, mi compañero religioso, mi confidente, mi amante. Sinceramente ya no sé quién eres porque te has marchado. Escribo por escribir, pero nunca te he amado por amar, ni siquiera por rutina, sino por necesidad.
¿Qué hago? Una parte de mí se ha ido contigo, porque tú me robaste el corazón, es tu prisionero, tu esclavo.
Sin ti la vida no tendría sentido, es como si un pianista perdiera sus manos y sus piernas, ¿qué haría sin ellos?Lo mismo que yo sin ti, nada; y nada se queda corto.
Por favor, no dejes que nuestra música se detenga, sigue tocando, sigue amándome.
Escúchame, ¿qué es amar? Dímelo porque yo no lo sé.
Dime por qué te extraño tanto, por qué te necesito, por qué lloro al pensar que te has ido... Dímelo.
Haz que la música continúe, haz que nuestro amor continúe.
Y, mientras cada lágrima golpea con fuerza la costura de mis pantalones, me doy cuenta de qué es amar. Y lloro aún más, porque la respuesta me desgarra el alma.
Amar eres tú, y sin ti yo no puedo ni amar ni vivir.